From the communities of the Provincial House, located in Mexico City, we have the experience of sharing with young Elisa Guadalupe, a psychology student at the Universidad Panamericana. Her presence and closeness give us the opportunity to experience fraternity and mutually enrich each other with her pursuits and our missionary sharing, which is a source of joy.

México City, November 21, 2024

Dear sisters

I feel very grateful to be here with you today, to share one of the 2, 3, 4… 50, 60 “YES” you have said to the Lord. Today is a very special day because you renew your vows through the most beautiful words of God's surrender.
I see this "yes" of surrender to the Lord every day that you allow me to share with you: a life dedicated to Him through caring for the sick, educating those who are ignorant, leading the way to vocation for those of us who wander aimlessly, feeding the poor, those who hunger not only physically but, more importantly, for the soul and for the Lord. Lives dedicated to the Lord, which now translate into testimonies that inspire the lives of those who contemplate and listen to them.
I remember the story of the first time I came to visit them. I love to tell it, but truly, it was as if I knew I was there, a house full of Him as soon as I saw it, without knowing where I was going.
After that first conversation with Sister María Ascensión, who was so interested in hearing my story, an unknown story that she contemplated with her sweet gaze. And when that generous dose of affection wasn't enough, she invited me in, and I'll never forget the most beautiful welcome, such joy! (A memory that will always remain in my heart as one of the most special). It definitely wasn't for me, for they didn't know me yet. It was the joy of welcoming a daughter of God, excited by so much they had to offer, so much to share of their love for God. It's not the glass of water that Sister Celia Rosa always so insistently offers me, it's your conversations, the conversations with each one of you that bring me back to God, to what matters in life, the hug that is never lacking after a difficult day (even without knowing it), the prayers, the psalms, the advice. It's the treasure that is hidden in each of your hearts because, where the heart of man is, there is his treasure, and you have placed it in the most valuable of all, and you share its riches with us. Sisters, thank you infinitely for this YES pronounced today and in each of the previous and future years, for bringing richness to where poverty abounds.
With my deepest affection and gratitude, "Your Lupita."

We appreciate your words of recognition and appreciation for our consecrated life and your joy with us as we participate in the renewal of vows on November 21, 2024, during the Eucharistic celebration.

Sr. María Ascensión López Cruz
Provincial Community

“But we hold this treasure in earthen vessels so that this sovereign power may appear to be God's and not ours” (2 Cor 4:7).

The vocation is a gift that God gives to whoever He wants. When God calls, he looks at the person's heart. He, knowing the most intimate part of the person's being, gives the grace to respond to his call, this is why the vocation is a treasure, which is cared for as the most precious thing, because God calls out of love and the vocation is about love, a love that is God's initiative.

On October 7, 2024, the novices Ana Alicia Méndez and Rosa López began their second year of novitiate. It is a joy to see that the Lord continues to call women and men for his Kingdom. This time, we rejoice with our novices, who share with us their experience as they begin this second year of novitiate.

Novice Ana Alicia Méndez Gómez: My experience at the beginning of the second year of novitiate is a joy, since every day I am taking new steps to continue advancing on this beautiful path to which the Lord has called me. Every day I get to know the Lord more, delving deeper into his Word, opening my heart to listen to him. I thank the Lord for this beautiful charism of Marie Poussepin, who encourages me to continue carrying the proclamation of the Kingdom in the service of charity among my brothers and sisters.

Novice Rosa López Ruíz: A new life and a new walk, this meant the beginning of my second year of novitiate, and I feel happy to continue responding to the call of the Lord. I thank God for this new journey, which leads me to a generous gift of myself and I thank also each sister who had accompanied me and will continue to accompany me.

Esta es mi historia vocacional: Vida. Regalo. Don. Gracia.

He experimentado la misericordia y el amor de Dios a lo largo de mi vida. Mi nombre es Claudia Lorena Redondo Rentería. Nací en Indé, Durango, México, en una familia cristiana, Mis padres eran muy piadosos. Ocupo el sexto lugar, tengo ocho hermanos. Gracias a Dios recibí los sacramentos a temprana edad.
La vocación al servicio y a la caridad, la recibí y aprendí en mi familia. El haber visto cómo mi mamá se compadecía de las necesidades de los demás y cómo los ayudaba, para mí fue atesorar el deseo de servir como ella lo hacía. A la edad de 12 años mi mamá falleció repentinamente y me integré a la vida de la parroquia. Cuando era adolescente tuve la oportunidad de expresar mis inquietudes, mi deseo de conocer la vida religiosa, al Padre José Guadalupe Chávez, originario de mi pueblo; él me escuchó y animó a seguir, pero me sugirió terminar primero la escuela, yo cursaba la preparatoria. Años más tarde el padre me invitó a ir de misiones a varios lugares en la parroquia que tenía a su cargo.

Mi papá me llevó a vivir a Estados Unidos cuando tenía 20 años. Pero mi deseo de vivir en la voluntad de Dios crecía cada vez más y yo deseaba responder a ese llamado. Años más tarde me encontraba en Denver, Colorado, Estados Unidos y allí fue donde buscando una congregación por internet, me encontré con las Hermanas de la Caridad Dominicas de la Presentación, miré la página web de la Congregación y vi una foto de las hermanas de la Provincia de Estados Unidos con hábito que me atrajo muchísimo; ese fue mi primer contacto con la Congregación. Las hermanas me acogieron con tanta caridad, que todavía siento esa inmensa alegría en mi corazón, que tanto atesoro y agradezco al Señor.

La Virgen María, para mi ha sido muy importante ya que desde que mi mamá falleció, me he acogido a ella con tanta confianza y hasta he pensado que ella me trajo a la Congregación.
Al conocer la vida de Marie Poussepin me identifiqué con varios aspectos de su vida, sobre todo la caridad y el servicio.
Mi primera comunidad después de profesar mis votos, ha sido Brownsville, Texas, ubicada en una de las fronteras de Estados Unidos y México. Ha sido una experiencia muy bonita de aprendizaje, apertura y disponibilidad, he experimentado la vida fraterna y la corresponsabilidad mutua, siempre sostenidas por la oración, la lectura de la Palabra y la vida sacramental. De cada hermana he aprendido la entrega y disponibilidad, siempre atentas a responder donde la caridad nos llame.

En la misión con nuestros hermanos migrantes, descubro cómo la Providencia de Dios nos acoge con tanta claridad y experimento a través de ellos el encuentro con Cristo vivo, que sigue sufriendo. Estamos insertas en una parroquia donde recibimos a los jóvenes migrantes y trabajamos en conjunto con los grupos de pastoral. Esto me invita constantemente a un camino de conversión.
Actualmente estoy en la comunidad del Noviciado, en Cuautitlán, Estado de México, apoyando en la formación de las novicias. Ha sido una experiencia nueva, enriquecedora, en la cual estoy compartiendo lo que he recibido y profundizando en el conocimiento de Dios y del Carisma de Marie Poussepin. Mi corazón solo sigue expresando y agradeciendo al Señor su amor y misericordia que se manifiesta a través de mis hermanas de comunidad y de las comunidades que he visitado.

Se llegó el tiempo de mi renovación de votos… y es aquí en México, donde me preparé e hice mi renovación, con la alegría de sentirme cada día llamada a responder al Señor, siempre con la intercesión de la Santísima Virgen y la oración de mis hermanas.
Con la presencia de mi hermano Miguel y mi cuñada Nubia, me he sentido en un ambiente fraterno y aunque el Señor me regaló 8 hermanos, hoy cuento con más hermanas de las que me hubiera imaginado tener. Por eso para mí la vida es don… gracia… regalo.
Solo puedo expresar con gratitud lo que el Señor me ha concedido vivir hasta ahora y decir gracias Señor por tu amor y tu misericordia.

27 - May - 2024