LA VOCACIÓN UN REGALO DE DIOS
Inicio del Segundo Año de Noviciado
“Con todo, llevamos este tesoro en vasos de barro para que esta fuerza soberana parezca cosa de Dios y no nuestra” (2 Cor 4,7).
La vocación es un don, un regalo que Dios da a quien Él quiere. Cuando Dios llama pone su mirada en el corazón de la persona. Él, conociendo lo más íntimo del ser de la persona, da la gracia para que responda a su llamado, es por esto, que la vocación es un tesoro, el cual se cuida como lo más preciado, pues Dios llama por amor y la vocación se trata de amor, un amor que es iniciativa de Dios.
El pasado 7 de octubre 2024, las novicias Ana Alicia Méndez y Rosa López iniciaron su segundo año de noviciado. Es una alegría ver que el Señor continúa llamando mujeres y hombres para su Reino. Esta vez, nos alegramos con nuestras novicias, quienes nos comparten su experiencia al iniciar este segundo año de noviciado.
Novicia Ana Alicia Méndez Gómez: Mi experiencia al iniciar el segundo año de noviciado fue una alegría, ya que cada día voy dando pasos para seguir avanzando en este hermoso camino al que el Señor me ha llamado. Cada día voy conociendo más al Señor, profundizando en su Palabra, abriendo mi corazón para escucharle. Agradezco al Señor por este hermoso carisma de Marie Poussepin, quien me anima a seguir llevando el anuncio del Reino en el servicio de la caridad entre mis hermanos.
Novicia Rosa López Ruíz: Una nueva vida y un nuevo caminar, esto significó el inicio de mi segundo año de noviciado y me siento contenta por seguir respondiendo al llamado del Señor. Agradezco a Dios este nuevo caminar, que me lleva a una entrega generosa y agradezco a cada hermana que me ha acompañado y me seguirán acompañando.
Ven y verás
La vocación es el llamado que Dios hace a cada persona para llevar a cabo una misión específica en el mundo. Este llamado es único y personal, y tiene como objetivo el servicio a los demás y la construcción del Reino de Dios en la tierra. Dios llama al Matrimonio, Vida Consagrada o Soltería.
Pero ¿Cómo descubrir mi vocación?
- Escucha: La llamada del Señor no siempre es evidente. Debemos prepararnos para escuchar profundamente su Palabra y la vida, prestar atención a los detalles cotidianos y aprender a leer los acontecimientos con los ojos de la fe.
- Discierne: el Proyecto que Dios tiene para ti
- Vive: abierto a las sorpresas del Espíritu. Vivir de acuerdo con nuestra vocación nos hace instrumentos de salvación en el mundo y nos orienta hacia la plena felicidad
La vocación es el llamado que Dios hace a todos los bautizados para participar en la plenitud de su amor y a vivir en comunión con Él. Es decir, es el llamado a vivir la Santidad.
- Si eres consagrado o consagrada, sé santo viviendo con alegría tu donación y tu ministerio.
- Si eres casado, sé santo amando y cuidando de tu cónyuge como Cristo amó a la Iglesia.
- Si eres soltero, sé santo cumpliendo con honestidad y competencia tu trabajo y ofreciendo tiempo al servicio de los demás.
Si quieres conocer tu vocación “Ven y Verás” (Jn 1,46) . Acércate a la comunidad más cerca de ti y una hermana te acompañará en esta búsqueda.
TESTIMONIO VOCACIONAL
Por Hna. Claudia Lorena Redondo Rentería
Esta es mi historia vocacional: Vida. Regalo. Don. Gracia.
He experimentado la misericordia y el amor de Dios a lo largo de mi vida. Mi nombre es Claudia Lorena Redondo Rentería. Nací en Indé, Durango, México, en una familia cristiana, Mis padres eran muy piadosos. Ocupo el sexto lugar, tengo ocho hermanos. Gracias a Dios recibí los sacramentos a temprana edad.
La vocación al servicio y a la caridad, la recibí y aprendí en mi familia. El haber visto cómo mi mamá se compadecía de las necesidades de los demás y cómo los ayudaba, para mí fue atesorar el deseo de servir como ella lo hacía. A la edad de 12 años mi mamá falleció repentinamente y me integré a la vida de la parroquia. Cuando era adolescente tuve la oportunidad de expresar mis inquietudes, mi deseo de conocer la vida religiosa, al Padre José Guadalupe Chávez, originario de mi pueblo; él me escuchó y animó a seguir, pero me sugirió terminar primero la escuela, yo cursaba la preparatoria. Años más tarde el padre me invitó a ir de misiones a varios lugares en la parroquia que tenía a su cargo.
Mi papá me llevó a vivir a Estados Unidos cuando tenía 20 años. Pero mi deseo de vivir en la voluntad de Dios crecía cada vez más y yo deseaba responder a ese llamado. Años más tarde me encontraba en Denver, Colorado, Estados Unidos y allí fue donde buscando una congregación por internet, me encontré con las Hermanas de la Caridad Dominicas de la Presentación, miré la página web de la Congregación y vi una foto de las hermanas de la Provincia de Estados Unidos con hábito que me atrajo muchísimo; ese fue mi primer contacto con la Congregación. Las hermanas me acogieron con tanta caridad, que todavía siento esa inmensa alegría en mi corazón, que tanto atesoro y agradezco al Señor.
La Virgen María, para mi ha sido muy importante ya que desde que mi mamá falleció, me he acogido a ella con tanta confianza y hasta he pensado que ella me trajo a la Congregación.
Al conocer la vida de Marie Poussepin me identifiqué con varios aspectos de su vida, sobre todo la caridad y el servicio.
Mi primera comunidad después de profesar mis votos, ha sido Brownsville, Texas, ubicada en una de las fronteras de Estados Unidos y México. Ha sido una experiencia muy bonita de aprendizaje, apertura y disponibilidad, he experimentado la vida fraterna y la corresponsabilidad mutua, siempre sostenidas por la oración, la lectura de la Palabra y la vida sacramental. De cada hermana he aprendido la entrega y disponibilidad, siempre atentas a responder donde la caridad nos llame.
En la misión con nuestros hermanos migrantes, descubro cómo la Providencia de Dios nos acoge con tanta claridad y experimento a través de ellos el encuentro con Cristo vivo, que sigue sufriendo. Estamos insertas en una parroquia donde recibimos a los jóvenes migrantes y trabajamos en conjunto con los grupos de pastoral. Esto me invita constantemente a un camino de conversión.
Actualmente estoy en la comunidad del Noviciado, en Cuautitlán, Estado de México, apoyando en la formación de las novicias. Ha sido una experiencia nueva, enriquecedora, en la cual estoy compartiendo lo que he recibido y profundizando en el conocimiento de Dios y del Carisma de Marie Poussepin. Mi corazón solo sigue expresando y agradeciendo al Señor su amor y misericordia que se manifiesta a través de mis hermanas de comunidad y de las comunidades que he visitado.
Se llegó el tiempo de mi renovación de votos… y es aquí en México, donde me preparé e hice mi renovación, con la alegría de sentirme cada día llamada a responder al Señor, siempre con la intercesión de la Santísima Virgen y la oración de mis hermanas.
Con la presencia de mi hermano Miguel y mi cuñada Nubia, me he sentido en un ambiente fraterno y aunque el Señor me regaló 8 hermanos, hoy cuento con más hermanas de las que me hubiera imaginado tener. Por eso para mí la vida es don… gracia… regalo.
Solo puedo expresar con gratitud lo que el Señor me ha concedido vivir hasta ahora y decir gracias Señor por tu amor y tu misericordia.
27 - Mayo - 2024