13 y 14 DE DICIEMBRE

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Los Estatutos fueron el mayor desafío junto con la elaboración del proyecto provincial. Estuvimos dos días y medio tratando de articular nuestra diversidad en un único documento. Todas coincidimos en tener unos Estatutos sencillos y concretos según la realidad actual de nuestra Provincia. Se tomaron decisiones pensando en cada una, tratando de dar vida y abrazando a cada hermana de nuestra Provincia. El resultado final fue verdaderamente obra de Dios; cuando sentíamos que era demasiado difícil e imposible, Él vino en nuestra ayuda. Puso su mano misericordiosa en nuestra frágil humanidad y algo nuevo tomó cuerpo. ¡Qué experiencia tan hermosa de percibir a Dios habitando entre nosotras!

El 14 de diciembre celebramos la Eucaristía en la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe como signo de agradecimiento a Dios y a nuestra Madre María, agradeciendo su intercesión y expresando nuestro deseo de caminar como Ella lo hizo, confiada en el plan de Dios.

La Eucaristía fue presidida por el P. Víctor Hugo García Anaya con la presencia de los capitulares y las hermanas de la Comunidad de María de Guadalupe y Casa Provincial. Fue una manera muy significativa de ofrecer a Dios el fruto de nuestro trabajo y con la confianza de que Él hará crecer lo sembrado durante esta semana.

Al regreso a la casa, nos deleitamos con un acto cultural durante el almuerzo. El folklor mexicano estuvo presente a través del mariachi que nos permitió compartir la alegría y felicidad de estar juntas.

En la ceremonia de clausura, la Palabra nos invitó a vivir de una manera digna de la vocación que hemos recibido; a continuar en la fe esta segunda etapa de reestructuración con apertura a la transformación desde la humildad, paciencia y el amor de unas por otras.

Terminamos con el envío a nuestras comunidades con la tarea de ser luz y testimonio del paso de Dios durante este tiempo de gracia.